1 minuto y 37 segundos. Esta fue la duración del pleno de carácter extraordinario celebrado el pasado 14 de junio en el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes.
Una última sesión escueta y extremadamente técnica e institucional antes de poner fin a una legislatura que, para muchos, ha sido digna de querer olvidar cuanto antes.
A diferencia de lo que ha ocurrido en otros municipios y de lo que se espera en estos momentos por parte de aquellos que han estado al frente de los consistorios representando a sus ciudadanos, en el pleno de Sanse no hubo ni palabras bonitas, ni un solo 'gracias'. A nadie.
También cabe destacar la ausencia de Perdiguero, cuyo asiento se encontraba vacío, ya que se cogió unas 'merecidas' vacaciones tras la intensa campaña electoral vivida con su nuevo partido, Vecinos por Sanse.
Es comprensible que no todos los políticos tengan un nivel de sensibilidad tan alto como para limar asperezas y dirigirse mensajes de cariño con el resto de sus compañeros de Corporación, sean de su mismo partido o no.
"Es de bien nacido ser agradecido", me ha repetido siempre mi abuela. No obstante, y ante el gesto impasible de Narciso durante el pleno, parece que el hecho de haber perdido la Alcaldía no le ha supuesto ni pena ni gloria al socialista.
¿Será que Narciso estaba deseando dejar el cargo?
Lo que esta humilde periodista no logra entender es que tras haber tenido el bastón de mando de una ciudad como Sanse durante dos legislaturas, el hasta ahora regidor no haya encontrado el momento para dar las gracias.
Recuperando el refrán y haciendo un balance de los últimos cuatro años, pena es lo que han sentido los vecinos y vecinas cuando han visto cómo su alcalde ha quedado relegado a un segundo plano frente a las exigencias (y ocurrencias) de su socio de gobierno, cuando se le ha reclamado a APADIS una deuda "inexistente", cuando siguen sufriendo las consecuencias del vuelo de los aviones sobre sus domicilios sin darles tregua, cuando han visto que sus calles vuelven a estar sucias a pesar del dinero invertido, cuando las fiestas se han convertido en un 'desmadre' pagado por todos donde solo se divierten unos pocos, cuando se ha rebajado el importe para las becas comedor dejando a familias sin este recurso, cuando se ha jugado con la ilusión de tener una vivienda a precio asequible en el Cerro del Baile, cuando saltó el escándalo 'Persépolis' involucrando al Ayuntamiento, cuando los Servicios Sociales han sido una de las áreas más "descuidadas" o cuando se ha dejado en el olvido el Parque de la Marina, entre otras situaciones.
Por otro lado, gloria es lo que habrá experimentado la ciudadanía cuando vio que el cambio había llegado tras la cita con las urnas del pasado 28 de mayo tras haber sufrido las consecuencias de la "desidia" y el "caciquismo" que la oposición ha denunciado durante toda la legislatura por parte del gobierno de coalición.
Ahora surge la duda sobre si Narciso también ha sentido ese mismo alivio al enterarse de que no repetirá como alcalde. Después de lo expuesto y viendo su última intervención al frente del ayuntamiento, todo parece indicar que estaba deseoso de quitarse el 'marrón' de encima y continuar cobrando un sueldo público, eso sí, desde la oposición que, aunque se gane algo menos, te ahorras unos cuantos quebraderos de cabeza...
No está de más recordar que los políticos se deben a sus ciudadanos, aunque muchos de ellos sean ajenos a esta premisa básica de toda democracia. Pero que no cunda el pánico, como bien dice el refrán: nunca es tarde si la dicha es buena, ¿o no, alcalde? Aún estás a tiempo, ¡nunca está de más dar las gracias!