La Comunidad de Madrid, mediante la Consejería de Familia, Juventud y Política Social, ha sancionado a la empresa Macrosad, encargada de la “Gestión del Centro de Atención a Personas Mayores Dependientes (Residencia y Centro de Día) San Sebastián de los Reyes (Moscatelares)”.
No es la primera vez que la entidad debe pagar una multa por sus malas prácticas. Difícil de olvidar la intervención de Mariano Turégano en el pleno de San Sebastián de los Reyes el pasado mes de septiembre.
Este usuarios de la residencia de 82 años de edad trasladó no solo las "malas condiciones" del centro, sino también una "falta de cuidadores".
A ello, se le sumaba la alimentación, definida como “deleznable”, llegando a darse situaciones en las que los residentes podían “pasar horas y horas sin comer”.
Si bien es cierto que se percibió una mejora en las condiciones tras hacer pública su protesta, fue por poco tiempo. La Plataforma de Familiares y Usuarios de Moscatelares convocó una manifestación a las puertas de la residencia ante la ausencia de un cambio.
A fecha del 24 de octubre de 2022, un técnico de la Dirección General de Atención al Mayor y a la Dependencia emitió un informe por el cual quedaba patente que la empresa no ha efectuado su obligación en cuanto al personal médico y de enfermería en el centro en los tres turnos: mañana, tarde y noche. Así, la sanción ascendió hasta los 33.802,47 euros.
La Comunidad de Madrid es la región que más inspecciones realiza a las residencias de mayores para garantizar el cumplimento de los contratos de gestión de los centros
La Consejería apunta un "incumplimiento grave" del contrato por el cual la entidad tiene un compromiso desde el pasado 1 de junio de 2022 y finaliza el 31 de diciembre de 2024 por un importe de 11.225.517,48 euros.
Ahora, la Comunidad de Madrid ha vuelto a sancionar a la empresa por el mismo importe, 33.820 euros, por servir a sus usuarios "tarrinas de puré de merluza, zanahoria y arroz caducadas desde el 11 de febrero de 2022", tal y como especificó un técnico regional
Aunque la empresa haya alegado que el estado de los productos no era malo, ya que no se trataba de la fecha de caducidad, sino de consumo preferente; desde la Consejería recuerdan que ello supone una pérdida en la calidad de los productos y más teniendo en cuenta que la fecha databa de hace un año.
Una realidad que, por lo pronto, todo parece que vaya a continuar siendo así, ya que en la comisión de menús de la residencia, donde participan la empresa, la Comunidad de Madrid, familiares y residentes; al pedir una explicación "sobre la comida caducada y la sanción que les han puesto", la respuesta de la empresa a los allegados de los usuarios habría sido que "no era el momento", además de que "no era nuestro asunto".