Erik y Maia. Maia y Erik. Los dos niños mellizos han comenzado, este año, su vida escolar en 1º de Infantil del colegio público Miguel Delibes de nuestro municipio. Una buena noticia si no fuera porque, pese a la insistencia de su madre, Maite, para que ambos estudiaran juntos en el mismo aula, el colegio ha decidido separarlos en clases diferentes.
Por su parte, el centro quedó en contestar a su petición en julio, al finalizar el plazo de la matriculación, pero no lo hizo. Un gesto que Maite interpretó como que todo estaba en orden: “Lo di por hecho, me confié”. Pero la sorpresa vino cuando llegó agosto, “el colegio abrió de nuevo sus puertas y al ponerme contacto con ellos, me dijeron que no, que sus normas era que tenían que ir separados”. Unas normas que los padres de Erik y Maia no entienden y que esperan que, con su lucha, consigan cambiar.
Está surgiendo un movimiento, los partos múltiples son un 5% de los nacimientos, eso significa que son una parte con peso de la sociedad. Quizás el cambio no sea ahora, pero dentro de unos años, las cosas tendrán que cambiar
Que se cumpla su voluntad
“Nuestros hijos se necesitan, son muy pequeños, el vínculo que sienten entre ellos es diferente al que tienen otros hermanos”, explica. Y, sin embargo, acuden, diariamente, al centro durante cuatro horas seguidas separados. “Ellos están sufriendo porque, luego, llegan a casa y su comportamiento ha cambiado. Ahora, son más dependientes entre ellos, tienen mucha agresividad hacia nosotros, están frustrados y no saben canalizar los sentimientos”, describe Maite, quien añade que estos cambios en su actitud son, precisamente, los que ya les adelantó el psicólogo.
La Comunidad de Madrid deja a cada colegio el criterio de las agrupaciones por aulas, “pero no es justo que algo tan importante lo deje en manos de un colegio, cuando nosotros como padres deberíamos ser los principales responsables”, se queja la madre. “Partimos de la base de que no hay una legislación sobre el tema” y, pese a que la Consejería de Educación recomienda a los propios centros que escuchen la opinión de las familias y la valoren, no parece ser la solución más efectiva para todas ellas. En este caso, “prevalece una norma local al bienestar de mis hijos”, reza la lucha de Maite. Una denuncia que, además, ha compartido en la plataforma online Change.org. Por el momento, ha conseguido 1.014 firmas, pero, tal y como nos cuenta, no piensa parar hasta lograr que se cumpla la voluntad de los padres.
El colegio público Miguel Delibes tiene un reglamento interno, aprobado por el Consejo Escolar, donde expone su criterio de separar a los hermanos, mellizos o primos / Imagen: Colegio Miguel Delibes
“Las cosas tienen que cambiar”
Pero no es un problema que afecte a Maite y a sus hijos. “Está surgiendo un movimiento, los partos múltiples son un 5% de los nacimientos, eso significa que son una parte con peso de la sociedad. Quizás el cambio no sea ahora, pero dentro de unos años, las cosas tendrán que cambiar”, reconoce Maite.
Entre sus argumentos, destaca la LOMCE. “Los padres son los primeros responsables de la educación y hay que confiar en sus decisiones”, reza el texto. “Yo solo quiero que los años de Infantil estén juntos, no estoy cerrada a que luego continúen su vida escolar por separado”, pide Maite. Ella, mejor que nadie, sabe que “se pueden acostumbrar a esta situación. Pero, ¿qué necesidad tienen de romper este lazo que tienen y pasarlo mal?”, se pregunta.
Maia y Erik tendrán que ir separados en diferentes clases, si siguen matriculados en el colegio público Miguel Delibes / Imagen: Maite
"Nuestros criterios pedagógicos"
El director del colegio público Miguel Delibes de San Sebastián de los Reyes, Victor Crisenti, insiste durante la entrevista con el equipo de Soyde. que, pese a que "se lo he explicado en numerosas ocasiones, han querido ingresar en el colegio". Su argumento principal es que el criterio de haberles separado es "por su propio bien. Pensamos que es mejor que tengan su propio espacio, su propio profesor, sus propios amigos y su propia autonomía porque siempre hay uno de los hermanos que tiene más dependencia del otro", según lo recogen, además, en uno de los puntos del Reglamento Interno del Miguel Delibes, aprobado por el Consejo Escolar.
Crisenti afirma que, por su parte, no tiene ningún problema en que los padres sean los que decidan sobre la andadura escolar de sus hijos pero, "si el centro tiene autonomía para decidir, y lo sabes cuando te matriculas, no vengas queriendo cambiar las normas e imponiendo tu criterio", expone el director. Su experiencia, aunque el colegio solo lleva abierto 8 años, avala las razones de su decisión. "En el colegio, tenemos diez casos más de gemelos y mellizos que han sido separados en distintas clasas y, a la larga, los padres reconocen que funciona", continúa.
La lucha de Maite seguirá pero tendrá que ser a través de otros canales. "Es respetable su lucha, pero hasta que no me lo diga un juez o una institución superior me lo exija, no van a ir juntos a clase. Desde el centro no hemos visto nada excepcional en estos niños para tener la necesidad de juntarles en la misma clase. Les hemos escuchado pero es el centro quien decide", concluye el tema Victor Crisenti.