La demanda de coches eléctricos es cada vez mayor. Por ello, muchos municipios quieren instalar puntos de carga en el espacio público, sobre todo teniendo en cuenta que en España alrededor del 70% de los coches 'duermen' en la calle al no tener plaza de garaje, lo que supone que no pueden instalar un punto de recarga privado. Eso es lo que Izquierda Independiente propondrá al Pleno del Ayuntamiento de Sanse el próximo jueves.
Para el partido local muchas son las causas para que no acabe de despegar su uso. Una de ellas es la económica, ya que no todo el mundo puede permitirse comprar un vehículo eléctrico, actualmente mucho más caro que el de gasolina o gasoil. Otra son la dificultad para la recarga de energía.
En este punto es donde entra la propuesta de aprovechar las farolas para que, además de iluminación pública, sean puntos de recarga. Algo relativamente "sencillo y barato" y que ya están realizándolo en ciudades como Valencia o Londres.
De este modo, se estaría aprovechando la infraestructura de energía eléctrica de la propia farola o, al menos, las canalizaciones e infraestructura mecánica para los cables que alimentan el cargador. Así, no habría que instalar otro elemento adicional en las aceras, lo que podría dificultar la movilidad de las personas.
Convertir San Sebastián de los Reyes en una ciudad que apueste por facilitar la carga de los vehículos eléctricos hará que aumente el número de estos vehículos y reducirá la contaminación y el nivel de ruido
El partido local informa que, en relación al pago del coste de la energía que se consume en la carga de estos vehículos, habría distintas formas de realizarlo. Cada una de las ciudades donde se han instalado han implantado diferentes modelos de pago que hace que no suponga una carga para el erario público ni para el resto de la ciudadanía.
Además, utilizar las farolas como en puntos de recarga de vehículos, podría ser financiada a través de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Europeo (MOVES III).
Las metas climáticas ya son una obligación legal
La Comisión Europea ha fijado para 2035 el fin de la venta de coches de combustión. Este objetivo se antoja complicado por el alto índice de coches de combustibles fósiles que se siguen vendiendo y que aún existen en nuestro país.
Sin embargo, el modelo de transporte está cambiando. Por ello, es urgente apostar por la ampliación del trasporte público y la trasformación del vehículo privado en otro no contaminante.