El derecho a decidir si sus hijos mellizos estudian juntos o no. Esa es la reivindicación de Maite Rosado. Este año, sus hijos, Erik y Maia, han emprendido su andadura escolar en el primer curso del colegio público Miguel Delibes de San Sebastián de los Reyes. Y, para su sorpresa, y pese a la intención de matricularles en la misma aula, finalmente la dirección del centro los ha separado en clases diferentes.
Desde el pasado año 2017, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid posibilita que en los 1.400 colegios públicos y concertados de la región que se tenga en cuenta la opinión de los padres múltiples, los que tienen mellizos, gemelos, trillizos y cuatrillizos, a la hora de escolarizar juntos o separados a sus hijos. Madrid pasó a ser la primera autonomía en dar libertad de elección a los progenitores, que hasta ahora se encontraban (en la mayoría de los casos) con la separación forzosa de los niños. Pero, un año después, la libertad de elección se ha visto cuestionada y la medida no parece ser efectiva.
Nadie está teniendo en cuenta nuestra opinión ni nuestro deseo. El colegio se ampara en decir que es lo mejor
"Es lo mejor"
Maite sigue su lucha por lograr que sus mellizos acudan a la misma clase. "He hablado con el colegio muchas veces, pero no ceden. Pese a que este año la Comunidad de Madrid dice claramente que recabarán la opinión de los padres sobre si ir juntos o separados". Y, sin embargo, Erik y Maia van separados. "Nadie está teniendo en cuenta nuestra opinión ni nuestro deseo. El colegio se ampara en decir que es lo mejor", continúa la madre. Pero, se pregunta, "¿qué sabrán ellos, si no los conocen, lo que hacen al separarlos?".
Su miedo, entre otras muchas cuestiones, es que la separación provoque en ellos el efecto contrario: y que pasen de ser "niños alegres e independientes" a "no separarse en el parque, no relacionarse con otros niños, y llorar por todo", relata Maite. Por ello, ante la negativa de una dirección que ha impuesto su criterio, Maite ha explicado su situación en una petición en la plataforma online Change.org.
Con esta firma, los padres de Erik y Maia piden que el sistema educativo obligue a los centros escolares a respetar la opinión de los padres. "En mi municipio hay colegios que dejan a los padres decidír, no es lógico que no haya un criterio único, y que dependa del director de turno y su opinión al respecto", alude la afectada.