Dos historias completamente distintas. Dos modelos y dos clubes con vitrinas y victorias que en nada se pueden comparar. Movistar Inter y Viña Albali Valdepeñas se encontraban en una de las fases finales de la Liga Nacional de Fútbol Sala más rara que se recuerda, con eliminatorias a partido único y con Málaga como única sede.
Inter afrontaba la final del campeonato como un encuentro de lo más emotivo. Sin ir más lejos, su capitán, Carlos Ortiz, jugaba su último partido con la camiseta de la “M”. También, debería ser el último partido para Ricardinho, pero el portugués ha decidido no jugar en estos playoffs. Humberto o Bebe son otros de los jugadores que, por última vez, han vestido la camiseta interista.
Un sinfín de bajas que convertirán la próxima campaña en una temporada de transición para el Inter, un año de recomponerse y volver a soñar. Pero, antes de pensar en eso, tocaba jugar y volver a ganar. El rival en la final no era sencillo. Valdepeñas se ha convertido, en estas dos últimas temporadas, en el equipo revelación del campeonato.
Idas y venidas
Sustentado por jugadores como Chino, Rafael o Catela, los manchegos llegaban cargados de emoción a un partido que empezó a abrirse pronto. ‘Pito’, gracias a un gran córner botado por Borja, ponía el 1 a 0 en el primer minuto del encuentro. Un gol psicológico que, sin embargo, daba alas a los de Ciudad Real.
Poco a poco, se acercaban a la portería de Jesús Herrero, enfocados en un Catela que iba a más. Una superioridad de los manchegos que servía para que Chino, desde el punto de penalti, pusiera el empate a 1 en el marcador. El partido comenzaba a pintar negro para un Inter que no conseguía encontrar su mejor juego.
Un final por todo lo alto para un equipo que ha marcado una época en el fútbol sala mundial
Pero como suele ocurrir con todos los equipos grandes, encontró la salvación en el momento menos esperado. Borja, tras una gran jugada, conseguía adelantar a los torrejoneros a falta de un minuto para el descanso. Una ventaja que se ampliaría, tan solo, un minuto después. De nuevo, ‘Pito’, aprovechaba un pase de Borja para poner el 3 a 1 a pocos segundos para ir a vestuarios.
Emoción y otra liga
Tras el descanso, el Inter aguantó bien, tirando de experiencia para mantener un resultado que le daba una nueva liga para sus vitrinas -la décimo cuarta-. Pero Valdepeñas no estaba dispuesto a morir tan pronto. Cainan, con un gol de falta, recortaba distancias en el marcador a falta de 10 minutos para el final.
10 minutos de locura en los que el Inter tiró de casta para aferrarse a un título que, después de la temporada que ha vivido, ha costado más que en años anteriores. Y, en esa misma línea, se jugarían los últimos minutos. Catela tuvo la más clara de los minutos finales, justo antes del empate de Dani Santos.
Empate a 3 y un minuto por delante. El empate daba la liga al Inter, pero Valdepeñas quería más. Final del encuentro y alegría por todo lo alto. El Inter Movistar se proclamaba campeón de la Liga Nacional de Fútbol Sala haciendo valer su liderato en la liga regular. Un final por todo lo alto para un equipo que ha marcado una época en el fútbol sala mundial. Lo mejor, como siempre, está por venir.