Con motivo de la celebración del Día Mundial del Alzheimer que tuvo lugar el pasado sábado 21 de septiembre, la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Torrejón de Ardoz (Torrafal), organizó una serie de actividades que se han desarrollado con el objetivo de concienciar a la población sobre esta enfermedad, que en España afecta a unas 600.000 personas, siendo uno de los países con las tasas más altas de enfermos con esta dolencia. Entre ellas, el pasado viernes se realizaron cuestaciones y colocado distintas mesas de sensibilización e información en el Hospital, Centro de Especialidades de Veredillas y la Plaza Mayor.
Además, el Centro Polivalente Abogados de Atocha acogió las charlas informativas, “Factores hereditarios en la enfermedad del Alzheimer”, a cargo de la doctora del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Torrejón, Miriam Eimil; “Ley de dependencia”, impartida por la trabajadora social del Consistorio torrejonero, Araceli González y “Trámites para la incapacitación legal”, por Juan Carlos Zabala.
En España, el Alzheimer afecta a unas 600.000 personas, siendo uno de los países con las tasas más altas de enfermos con esta dolencia
El domingo 22 de septiembre a las 10:00 horas tuvo la celebración del V Torneo benéfico de Pádel en el Club de Pádel Soto Torrejón. Justo antes los socios de Torrafal participaron en la segunda etapa del Camino de Cervantes, dedicada al Alzheimer y que se celebró en Paracuellos.
El Alzheimer es una enfermedad degenerativa del cerebro que destruye progresivamente las neuronas implicadas en la memoria, el aprendizaje, el lenguaje y el razonamiento. Quien la padece, por tanto, pierde su memoria, su capacidad de comunicarse y de realizar las actividades de la vida diaria, de forma autónoma. Con el paso del tiempo, los pacientes con esta demencia se vuelven cada vez más incapaces y dependientes de sus familias y cuidadores. Más de tres millones de personas la sufren indirectamente y constituyen la otra cara de la enfermedad y a quienes se les exigen una gran dedicación, sacrifico material y un desgaste emocional que crece conforme la patología va restando memoria a los enfermos.