El proyecto de construcción de una planta de biogás en el municipio de Colmenar Viejo ha generado una gran preocupación entre los vecinos de Tres Cantos. La situación recuerda a la vivida el año pasado en Cubas de la Sagra y Torrejón de la Calzada, donde la oposición vecinal logró frenar un proyecto similar. Sin embargo, en este caso, el Ayuntamiento de Colmenar Viejo ha mostrado su apoyo a la iniciativa y ha aprobado su utilidad pública del proyecto, lo que ha facilitado el avance del mismo.
Tanto los vecinos como los Grupos Municipales tricantinos no desisten en la posibilidad de que se reformule y repiense este proyecto. En Televisión Digital de Madrid hemos hablado con la portavoz de Por Tres Cantos para que nos explique la situación y nos cuente la moción que llevan al pleno municipal en la que piden que se abra un proceso de participación ciudadana para que se escuche a los vecinos y vecinas.
Teresa Zurita manifiesta que le preocupa el "ocultismo" con el que se ha gestionado el proyecto. Según explica, los grupos políticos de la oposición llevan meses solicitando información sin éxito, ya que la Comunidad de Madrid ha tramitado el proyecto mediante un procedimiento simplificado lo que, a su juicio, dificulta el acceso al proyecto.
Ante esta situación, el grupo municipal Por Tres Cantos ha presentado una moción en el Ayuntamiento para exigir un proceso de participación ciudadana. "Lo más preocupante es la falta de información", señala Zurita. "No se ha informado ni consultado a la población sobre las consecuencias que esta planta podría tener". Además, destaca que la instalación se situaría cerca de una gasolinera y un instituto de educación secundaria, lo que añade riesgos adicionales.
El Ayuntamiento de Colmenar Viejo ha justificado la ubicación de la planta alegando que la zona ya está degradada por la presencia del vertedero. Sin embargo, los vecinos y plataformas ecologistas han denunciado reiteradamente que este vertedero ya incumple la normativa y que, en lugar de mejorar la situación, la planta de biogás podría agravar los problemas medioambientales y de salubridad.
Un proyecto privado con respaldo institucional
Teresa Zurita deja claro que "esto es un negocio privado que se ha amparado en una recalificación de suelo bajo la excusa de un supuesto interés público". Además, recalca que la Mancomunidad de Residuos de la zona norte, presidida por el alcalde de Colmenar Viejo, no ha desarrollado ningún sistema de recogida selectiva que permita un tratamiento adecuado de los residuos.
Según Zurita, la afirmación de que esta planta sustituirá al vertedero de Colmenar es "falsa". "Son dos proyectos diferentes y esta planta de biogás no va a reciclar ni tratar los residuos de los municipios que actualmente vierten en el vertedero", explica. En su opinión, la falta de un quinto contenedor para residuos orgánicos hace inviable una correcta gestión de los desechos.
Impacto en la calidad de vida
Uno de los principales temores de los vecinos es el impacto que la planta podría tener en su calidad de vida. Actualmente, los vecinos tricantinos ya sufren los olores procedentes del vertedero de Colmenar Viejo, situación que podría agravarse con la nueva infraestructura. Además, se prevé un aumento en el tráfico de camiones, lo que podría colapsar la ya saturada carretera M-607.
Movilización ciudadana
La resistencia contra la planta de biogás no se ha hecho esperar. Más de 250 personas asistieron recientemente a una asamblea ciudadana para informarse y coordinar acciones. La Asociación Vecinal de Tres Cantos, junto a diferentes plataformas y partidos políticos, están impulsando iniciativas para frenar el proyecto. También se han presentado preguntas en la Asamblea de Madrid a través de grupos como Más Madrid.
"Lo que pedimos es que se escuche a la ciudadanía y se busquen alternativas", concluye Zurita.
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