El pleno del pasado jueves ha dado carpetazo al canon que, en teoría, deberían pagar las familias de los usuarios de nuestros cementerio municipal. Todos los grupos municipales de nuestra cámara apoyaron por unanimidad esta iniciativa de la alcaldía para modificar las ordenanzas fiscales y eliminar este impuesto, a partir del 1 de enero del próximo año. Sin embargo, los bolsillos de los valdemorillenses no van a notar esta rebaja, pues nunca se ha cobrado este impuesto a los vecinos. Cabe destacar que el Equipo de Gobierno ha querido suprimir este impuesto al estar asumiendo la empresa municipal los trabajos de cuidado, y tras recibir un informe de la tesorería y el interventor que afirman que la supresión del impuesto no va a afectar a las cuentas. Como nunca se ha percibido el impuesto, nunca ha aportado a las arcas municipales.
Se supone que, al menos desde la aprobación de la ordenanza fiscal del año 2017, los vecinos con familiares enterrados en panteones, lápidas o nichos de nuestro cementerio municipal debían pagar una pequeña tasa anual correspondiente al cuidado y mantenimiento de estas lápidas. Sin embargo, ¿tú has pagado alguna vez este impuesto? Si la respuesta es negativa, no estás solo: pues este impuesto que fue suprimido ayer nunca se ha llegado a cobrar, ¿por qué?
¿Por qué no se ha cobrado este impuesto?
En el desarrollo del Pleno se han ofrecido algunas explicaciones que han tratado de justificar la ausencia de este "impuesto fantasma". La primera respuesta, que ha expuesto la concejal María Pilar Partida (OVAL), y que también ha defendido en parte Gema González de UNIVAL, tiene que ver con la dificultad técnica para desarrollar un padrón fiscal. Esto es un registro que recoja a las personas que deben pagar el impuesto, que lleva años desarrollándose y que no ha llegado a término.
Según ha explicado Partida, al pertenecer el cementerio a la Iglesia hace unas décadas, el Ayuntamiento no ha podido tener un acceso completo al registro de personas enterradas en el camposanto. González, que en su día votó a favor de la ordenanza que incluía este tributo, ha afirmado que los pocos medios del Ayuntamiento hacían imposible elaborar el trabajoso padrón, y que por ello no se ha podido llevar a cabo.
Si este impuesto ha sido "el impuesto de Schrodinger", ¿se debe a una falta de voluntad política, o a una verdadera dificultad técnica?
Partida, tras anunciar el voto a favor de su formación, ha querido añadir que este impuesto le parecía una "tasa injusta", ya que los vecinos de Valdemorillo ya pagan su tasa por la limpieza y gestión de residuos.
Aunque todos los partidos han estado de acuerdo en la eliminación de este impuesto, la polémica ha llegado después del comentario del alcalde, Santiago Villena, en el que afirmaba que encontraba "extraño" que UNIVAL quisiese eliminar el tributo después de apoyar la ordenanza fiscal que lo hizo entrar en vigor.
Un debate con reproches
Tras esta afirmación, comenzó un intercambio de reproches entre el regidor y la representante de UNIVAL. González se defendió, criticando que el alcalde dirigiese reproches a otros grupos políticos cuando en la legislatura no ha hecho nada por asegurar el pago del canon. "No hemos tenido intención de cobrarlo nunca", ha admitido el alcalde, que de esta manera ha justificado su decisión de eliminarlo. En la discusión entre ambos represtantes, con un tono algo elevado, González también reprochó a Villena el hecho de no haber eliminado el impuesto al comenzar su mandato, si no estaba de acuerdo con él.
Entre las aportaciones de los distintos grupos políticos al debate, destaca la intervención de Enrique Plato Tello, del PSOE, que solicitó al equipo de gobierno la aprobación de una suspensión de la deuda fiscal o un recursos similar, que asegure que los vecinos no tendrán jamás que pagar el impuesto de manera retroactiva, después de su eliminación. Sin embargo, desde el equipo de Gobierno afirmaron que, al no existir una intención real de terminar el padrón fiscal, es prácticamente imposible que esta tasa se llegue a cobrar. En su intervención, Eva María Ruiz González, de Ciudadanos, defendió una postura similar, afirmando que el pago "en la páctica nunca se va a dar".
De este modo, desaparece el impuesto de cementerios, que realmente nunca llegó a repercutir en la vida ni en la gestión de Valdemorillo, más allá de este bronco debate. Si este impuesto ha sido "el impuesto de Schrodinger", ¿se debe a una falta de voluntad política, o a una verdadera dificultad técnica?