Valdemorillo recibió al numeroso público que acostumbra a acompañar cada competición trialera que se celebra en el paraje de Las Aguas, como ya quedó demostrado el pasado enero con el Campeonato de Madrid de Modernas, donde volvió a lucir el gran entusiasmo que despierta esta modalidad deportiva en la zona. Y es que el vínculo de Valdemorillo con el trial supera ya el medio siglo, porque este fue precisamente uno de los primeros municipios en acoger un evento de este deporte, concretamente en 1971, cuando el primer campeón de España de la especialidad, Pere Pi, junto con el británico Rob Edwards impartieron un curso organizado por Montesa. De ahí que la doble cita de este fin de semana que, como se apuntó desde la organización, “se implican cada año en conservar la tradición y mantener vivo el recuerdo de aquellos tiempos”.
En este sentido, Moto Club Trial Factory y TodoTrial se esforzaron nuevamente por organizar “un trial divertido en el que todos disfruten, con zonas técnicas y de estilo clásico, pero sin peligro”. Y los primeros en probarlo fueron los participantes en el III Open de Trial Infantil Trialfactory, al que pudieron apuntarse menores con licencia de cualquier Comunidad Autónoma. Con edades comprendidas en general entre los 6 y los 14 años, los menores fueron así los primeros en encender motores.
Completando recorrido por unas zonas de un nivel accesible a todos ellos, los inscritos afrontaron giros, laderas de tierra y algunos pasos técnicos, sobre piedras redondas o planas, teniendo presente que el principal objetivo “es aprender y divertirse”. En total, se pudo disfrutar de 6 zonas a tres vueltas, cercanas y fáciles de seguir a pie por el público, que en todo momento disfrutó sobre el terreno con las evoluciones de los jovencísimos pilotos. Las categorías que convocaron fueron TR A, TR B Y TR C, más la de iniciación, para los peques de entre 4 y 6 años.
El domingo 19 arrancó la segunda cita puntuable del Trofeo Madrileño de Trial de Clásicas que, a su paso por Valdemorillo, volvió a contar con 8 zonas a las que tuvieron que dar tres vueltas. Las míticas motos de los 70 y 80, como las Ossa, Bultaco y Montesa, entre otras, acapararon el interés de la afición comprobando la pericia de los pilotos. En este caso las categorías convocadas fueron las de Expertos y Trialeros, manejando motos con 2 amortiguadores, Post-Clásicas, con freno de uno o dos discos, Clásicos, con modelos de 1975 en adelante, y Pre-75, así como la de entrenamiento.