El año pasado en Melilla fue la última fuga en una cárcel española, aunque desde 2015 no se habían registrado ninguna.
Jonathan Moñiz, "El Piojo", todo un experto en lo relacionado con el alunizaje en negocios
Detalles de la fuga
Los hermanos Moñiz actuaron con un tercer recluso que también participó y no pudo huir. El trío de los presidiarios fabricó una llave del "cuarto de las maletas", donde se guardan las pertenencias de los presos que no puede tener en la celda.
La principal hipótesis dice que uno de ellos solicitó acceder al cuarto para recoger algún enser personal y aprovechar para hacerse con la forma de la llave. La estancia suele estar cerrada, pero los reclusos accedieron a ella en varias ocasiones para poder ir serrando poco a poco los barrotes de la ventana del almacén
El día de al fuga accedieron a la estancia, retiraron los barrotes cortados y saltaron a un tejadillo que da a unas zonas de aislamiento, donde no había presos. Desde ahí, traspasaron la valla perimetral de la prisión, anterior al muro que da a la calle. Ni la Guardia Civil que controla este pasillo logró detectarlos ni las alarmas de seguridad
Posteriormente saltaron el muro de 7 metros de alto a la calle, aunque el tercer recluso fue avistado e interceptado por funcionarios de prisiones
Las investigaciones están sobre la mesa para esclarecer los hechos de esta fuga de "película"
Los hermanos Moñiz
En 2012 les fueron atribuidos más de 50 delitos de alunizaje. El Piojo con 25 años lideraba su propia banda, y trabajaba además para otros, siendo así un cotizado experto en la materia de los robos.
Su organización fue supuestamente autora del robo en febrero de 2012 en un concesionario de coches en Fuencarral, donde 19 vehículos de alta gama fueron sustraídos, además de varios alunizajes en la Milla de Oro
La trayectoria de Jonathan Moñiz, empieza desde los siete años, y cuando fue arrestado tenía en vigor ocho órdenes de búsqueda, seis policiales y 2 judiciales