El yacimiento arqueológico de Calatalifa, declarado de Bien de Interés Cultural en 1949, cuyos orígenes datan del siglo X, es uno de los tesoros escondidos de Villaviciosa de Odón. Desde hace años ha habido muchos intentos por recuperar y dar a conocer este importantísimo enclave que el Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón, con el acuerdo de la Corporación municipal, mantiene como un objetivo.
Para lograrlo, el alcalde, Raúl Martín Galán, ha mantenido diversas conversaciones y reuniones con la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid. La última ha tenido lugar esta misma semana en la sede de esta dirección en la que también ha estado presente el concejal de Urbanismo, Miguel Lucero. De la misma han salido avances encaminados a que el Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón pueda conseguir la titularidad de estos terrenos, actualmente de propiedad privada. Según señala el regidor, “se trata de una gran noticia para todo el municipio ya que de esta forma logramos dar un paso muy importante para proteger este enclave e iniciar posibles excavaciones que en un futuro puedan ser visitadas”.
Este tipo de descubrimientos es esencial para el atractivo turístico del municipio
Las ruinas de Calatalifa
Las ruinas de la ciudad árabe de Calatalifa, situadas en el término municipal de Villaviciosa de Odón, a orilla del río Guadarrama, están consideradas como los restos arqueológicos más importantes de la Comunidad de Madrid. Esta ciudad enterrada, erigida en el siglo IX bajo el mandato del califa cordobés Abderramán III -según datan los expertos-, sería el gran proyecto de la medina islámica, destinada a vigilar y proteger a los musulmanes en su fortaleza del ataque de los mozárabes que controlaban Toledo. Conocida con el nombre de Chalet Jalifa “Castillo del Califa, constituía un importante puesto de control militar del que quedan los restos de una puerta de la muralla y los grandes aljibes que dieron al lugar el nombre popular de Cueva de la Mora.
El yacimiento, situado en lo que hoy en día es una finca de titularidad privada, ya contaba con una protección especial desde 1949, si bien no fue hasta la década de los 80 cuando se iniciaron las excavaciones por Manuel Retuerce. Los propietarios de la parcela en la que se localiza se mostraron dispuestos a colaborar y participar de la restauración si Patrimonio la autorizaba.