‘The Cavern’ vivió el inicio del sueño de cuatro jóvenes de Liverpool que llevaron su ilusión a los mayores escenarios de todo el mundo. Como si de los Beatles se tratara, la idea de José Chillón se convirtió un día en la realidad que disfruta hoy en día.
José, presidente y maestro de nuestro Club de Taekwondo Villaviciosa Boadilla, nos recibe emocionado, con ganas de que todos conozcamos el trabajo que, a diario, hacen los más de 120 alumnos de Villaviciosa de Odón y Boadilla del Monte.
Inicios complicados
Tras una carrera deportiva de los más brillante –José suma un Campeonato de España y una Olimpiada a sus espaldas-, decidió, en 2007, dar vida a este proyecto: “empezamos en el Polideportivo Chema Martínez, en la cafetería, donde teníamos 15 metros cuadrados. Y ahora, fíjate, tenemos esta sala de 350 metros cuadrados”.
El crecimiento es obvio: de los 7 u 8 niños y niñas con los que arrancó el club en ese año 2007, ha pasado a tener más de 60 en la actualidad sólo en Villaviciosa. Un gran éxito que abarca a todas las edades, desde los más pequeños con 3 años hasta los más mayores, que pueden superar los 40.
De los 7 u 8 niños y niñas con los que arrancó el club en ese año 2007, ha pasado a tener más de 60 en la actualidad sólo en Villaviciosa
Boadilla, el gran ‘boom’
Una vez consolidado el proyecto en Villa, José y su equipo se atrevieron a abrir horizontes, exportando un deporte al alza como el Taekwondo. “En el 2015 hablamos con el concejal de Deportes de Boadilla del Monte y le presentamos un proyecto parecido al de Villaviciosa. Les encantó. Allí fue un boom”, nos comenta José.
Y no miente. Más de 50 personas apuntadas al club en la ciudad boadillense demuestran su gran aceptación. Las clases, que se imparten en el Pabellón Felipe VI, crecerán en el futuro, una vez se cambien las salas de parquet por unas con tatami.
Gran labor social
Pero el Club de Taekwondo Villaviciosa Boadilla no solamente se centra en las clases con todos sus alumnos, sino que, además, realiza una gran labor social. El propio José es el encargado de impartir clases de defensa personal a mujeres y policías con el objetivo de prevenir posibles agresiones por la calle.
La ilusión de cada uno de los alumnos se puede respirar desde el primer momento en el que pisamos el tatami. Su proyecto, que en los próximos años podría llegar a más municipios, no para de crecer y de llevar el Taekwondo a la cima de nuestro deporte.