El reconocido pianista villaodonense Mario Prisuelos, nombrado Hijo Predilecto de nuestra ciudad y elegido para ser el pregonero de nuestras Fiestas Patronales 2016, habla con SoydeVillaviciosa para contarnos lo orgulloso que se siente de su tierra, de su gente y, por supuesto, de su recién estrenado título honorífico.
Pregunta: En el mismo año, te has convertido en Hijo Predilecto y pregonero de las Fiestas de Villaviciosa. ¿Qué se siente?
Respuesta: Me siento muy honrado, la verdad es que es un honor que tu pueblo, el lugar donde has nacido y crecido, se acuerde de ti y valore lo que has estado haciendo durante todos estos años. Me siento un privilegiado.
P.: Porque te lo has ganado...
R.: No sé si tengo que decir yo eso. Yo, simplemente, me dedico a lo que me apasiona, a lo que siempre me ha apasionado desde pequeño y en lo que he volcado mi vida y mí día a día. Realmente, reconocimientos de este tipo uno no piensa en ellos. Piensas en estar feliz haciendo lo que haces y, bueno, en este caso, en llevar, también, el nombre de tu pueblo allá dónde vas, en la medida de lo posible.
P.: Escogiste un camino difícil; la música clásica.
R.: Sí, como dices, dentro de todos los posibles caminos que pueda seguir un profesional de la música, el clásico, quizás, sea más complicado, pero, en cualquier caso, no piensas demasiado en ese tipo de cosas. Cuando haces algo que te gusta tanto, buscas el camino que hay, aunque sea complicado, aunque la probabilidad sea de uno entre un millón.
P.: Aunque sea difícil, las críticas dicen que eres uno de los mejores pianistas de tu generación. ¿Te hace eso pensar que ya has llegado a tu techo?
R.: No, para nada. Las críticas las escucho con mucho cariño, las buenas y las menos buenas. Agradezco muchísimo las buenas, y realmente las valoro mucho, pero no pierdo el norte ni la sensación de que esto es día a día, un trabajo de intensidad máxima.
P.: Esa pasión te supone, a veces, estar muy lejos de casa. ¿Te cuesta mantener el nidito en Villaviciosa?
R.: Me gusta mucho viajar y moverme, me enriquece conocer otras personas, otras culturas, otras formas de vida, otros públicos, pero, a la vez, es muy bonito volver a cruzar el charco y encontrarte en tu pueblo, en tu oasis. Esa sensación de estar fuera y dentro; fuera estás absorbiendo nuevos mundos y dentro encuentras ese ancla que te ata. Además, Villaviciosa me parece un sitio ideal para vivir.
Mario acaba de recibir su título como Hijo Predilecto de Villaviciosa de Odón
P.: También es necesario tener ese punto de referencia al que volver después de la maratón de viajes...
R.: Sí, es fundamental sentir que tienes un lugar en el que eres tú, en el que te encuentras y cargas la batería. En esta profesión, das muchas vueltas de un lado para el otro, y es muy bonito sentir la necesidad y las ganas de volver a tu sitio.
P.: En muchos sitios es donde te reclaman, incluso para dar ‘masterclasses’. ¿Eres mejor profesor o alumno?
R.: (Risas) Yo soy un eterno alumno, es infinito el camino del aprendizaje en el mundo de la música. Me encanta cuando me invitan a dar ‘masterclasses’, y humildemente dar mis consejos. Me parece fascinante, precioso y, la verdad, me honra mucho cuando me invitan. A la vez, como te digo, yo me considero un eterno aprendiz.
P.: ¿Te consideras romántico?
R.: Más que romántico, me siento apasionado, de la música y de la vida, en general. Es, quizá, la brújula que me guía. Yo no sé hacer cosas que no me apasionan.
P.: Cuéntanos tus próximos proyectos, después de tu último disco, dedicado al autor español Marcial del Adalid bajo el sello de Universal Music Spain.
R.: Estoy trabajando en un proyecto discográfico que grabaré en 2017. Estará dedicado a la obra de un grandísimo compositor español, Tomás Marco, y me tiene muy ilusionado. Cuando salga, me encantará contároslo porque es un honor total rendir homenaje a su obra para piano. Una música fantástica que me encantará mostraros.