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Melania Arias e Isabel Ramos solo necesitan un minuto para convencernos. La pasión, energía y conciencia de estas dos vecinas de Villaviciosa de Odón se transmiten desde el primer momento. Su iniciativa, la cafetera virtual ‘Share a Coffee For’ acoge, cada día, a cientos de amantes del café que ceden a su rutina, ayudando a diversas causas solidarias.
A través de la página web Shareacoffeefor. org puedes, por tan solo dos euros, invitar a un café de diferentes ‘sabores’: “tienes nueve para elegir y, cada uno, representa distintas áreas de ayuda. Sabor de ayuda humanitaria, educación, infancia, personas mayores, es decir, nueve sabores que te permiten aportar tu café al proyecto que selecciones”.
Su primer aniversario
Este proyecto, que nació a principios del 2016, ya ha reunido a casi 11.000 cafeteros solidarios. “Es un movimiento solidario en base al café, a la cultura que tenemos del café, de reunirnos con los amigos, tomarnos un café y hablar o debatir. En este caso, con un sencillo gesto puedo echar una mano a las personas que necesitan ayuda”, cuenta Melania. Nuestras chicas de ‘Share a Coffee For’ aprovecharán la Navidad para sumar más granitos de arena, haciendo especial hincapié en la ayuda social, o ‘el café amarillo’. Dicha ayuda “la convertiremos en alimentos para 74 comedores sociales en Madrid”.
Share a Coffee for ya ha logrado reunir a casi 11.000 cafeteros solidarios
Un mundo solidario
La actualidad ha hecho que el área que más cafés ha recibido haya sido la de ayuda humanitaria. Los refugiados viven en primera persona un drama que deja sin hogar a millones de personas: “la gente tiene mucha conciencia al respecto por todo lo que está pasando, por ejemplo, en Grecia”, afirma Melania, que, además, nos explica, orgullosa, que “pides ayuda para un campo de refugiados y la gente reacciona de inmediato”. Esta iniciativa, que nació en Villa, se ha extendido más allá de nuestras fronteras. “Recibimos ayuda de España, de Rusia, Canadá, Alemania, Latinoamérica, de todas partes. En un primer momento, pensamos en el nombre ‘Comparte un café’, pero la red es global, y si queríamos llegar a cualquier punto del planeta teníamos que utilizar inglés y español”.
Una ayuda contrastada
La principal barrera que surge a la hora de donar es la falta de transparencia de las grandes ONG’s. En el caso de ‘Share a Coffee For’, tenemos la seguridad de que, todos estos cafés, se convierten en libros, comida o ropa. “Gracias a las redes sociales y a la tecnología, estamos en contacto con Haití, con Costa Rica , con Camerún, con Etiopía...gracias a ello, nos van contando cómo están allí, qué cosas hacen falta y, en el momento que se necesitan, se mandan cafés para allá”, afirma una de nuestras cafeteras solidarias.
Toda esta ayuda se ha convertido en momentos muy especiales. Melania e Isabel coinciden en señalar que su recuerdo más emotivo tuvo lugar hace solamente un mes: “el mes pasado se empezó a tomar café para ayudar al Hospital de Gambo, en Etiopía, y cuando se hizo la donación de todos los cafés recaudados, recibimos un correo del médico que está allí trabajando, dándonos las gracias y diciéndonos que, gracias a los cafés, cinco niños habían salido adelante. Les habíamos salvado la vida”.