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Renovarse o morir parece ser el mantra de la famosa multinacional gallega, Inditex. Adaptarse al mercado y ofrecer diversidad de productos de acuerdo a un público objetivo, así como introducirse en nuevos sectores ha hecho de la marca todo un referente a nivel nacional y pocas son las calles principales de las grandes ciudades donde no nos crucemos con un Zara. El siguiente paso lo tenían claro desde antes de la pandemia, pero el Coronavirus ha precipitado la reconversión del modelo de negocio.

Las ventas online ya no son el futuro, sino que han conseguido alcanzar al presente e Inditex ha logrado ya el objetivo que se marcaba para 2022: Generar el 25% de su facturación a través de la web. Hace tiempo que la empresa anunciaba estas intenciones, orientándose más hacia los sistemas empleados por Amazon y alejándose de la apertura infinita de tiendas en todos los rincones que al final no resultaban tan rentables.

Según modaes.es ya en 2012 se inició el proceso de cambio que se ha impulsado aprovechando la pandemia. En ese plazo y con una cantidad parcial de negocios dedicados a la preparación de pedidos se incrementaron las ganancias a través de la red en un 18%. Con los lapsos en los que permanecieron las tiendas cerradas y el incremento de los ingresos online se cerraron multitud de tiendas al regreso de la "nueva normalidad".

Según datos de modaes este último año se ha llevado a cabo el cierre de más de 600 establecimientos. Zara ha sido la marca más afectada, con 154 cierres. Le sigue Bershka, que cuenta con 99 locales menos y Oysho, que ya no venderá más en noventa tiendas.

El fin último es tratar de generar macro tiendas con todos los servicios de Inditex integrados en una misma superficie, como ya han presentado en el edificio Plaza España. De este modo, generan escaparates enormes en los que presentar sus productos manteniendo algún espacio físico mientras el groso de sus ventas se deriva a los pedidos online, que supondrán este año más del 25% de la facturación del grupo.