Solo había que esperar a septiembre. Después de meses de continuas reivindicaciones sociales por el aumento descontrolado del precio de la luz y promesas del ejecutivo de que iba a tomar medidas, ha sido llegar septiembre, y el comienzo de un nuevo curso político para que finalmente se aprueben seis medidas que van a permitir reducir la factura eléctrica.
Centradas en la reducción de los beneficios de las grandes compañías eléctricas, las medidas estrellas del gobierno pasan por poner un tope en el precio del gas natural, crear una nueva subasta eléctrica y aumentar hasta 10 meses la prohibición de cortar la luz a aquellos consumidores que no puedan pagar la factura. Estas son las seis medidas aprobadas por el gobierno que esperan reducir la factura de forma inmediata en un 22%.
Se establecen subastas de energía a largo plazo, en vez de las actuales que van de un día para otro, en las que las cuatro grandes empresas hidroeléctricas españolas (Endesa, Natrugy, Iberdrola y EDP) estén obligadas a ofrecer, por lo menos, el 25% de la energía que producen. También se establecerán precios fijos, obtenido mediantes las subastas, para la energía hidroeléctrica y nuclear, la más barata, a la que podrán concurrir tanto grandes comercializadoras como las más pequeñas, que negociarán por ver quién compra esta energía al precio más barato.
No como ahora que toda la energía se compra al precio más caro impuesto por el gas natural.
Nadie se va a quedar sin luz. Se aumenta el plazo para no cortar la luz por impago de cuatro a diez meses y se impone un suministro mínimo vital de 3,5 KW para aquellos que deban hacer uso del bono eléctrico por estar en una situación vulnerable.
A pesar de que el precio del gas siga aumentando en el mercado internacional, la tarifa con la que se calculará este ante los consumidores españoles se va a mantener fijo durante los próximos dos trimestres. Una medida que se ha tomado ante la llegada del invierno y la necesidad del uso de la calefacción.
Con estas medidas el gobierno asegura que la factura de la luz bajará un 22% de manera directa
El impuesto especial a la energía eléctrica baja de un 5,1% al 0,5% así como el impuesto a la generación eléctrica, de un 7%, que se mantiene sin efecto hasta finales de año. Además se establece un fondo de 900 millones de euros para sufragar gastos que normalmente se imponen a los consumidores en su factura.
Con las actuales subastas mayoristas con un precio fijado por el precio del gas, las empresas que generan la energía con renovables o centrales nucleares obtienen los llamados "beneficios caídos del cielo", ya que venden su energía mucho más barata por un precio más caro por una especie de "compensación" por no producir CO2. Sin embargo al fijar el gobierno el precio del gas en 20 euros el MWh estos beneficios se ven reducidos drásticamente, lo que ha enfadado a las compañías.
Tras la polémica de este verano, durante el cual las hidroeléctricas han vaciado los embalses a su antojo, el Gobierno ha decidido fijar caudales máximos que se pueden desembalsar cada mes, así como niveles mínimos de agua que mantener, que decidirán las confederaciones hidrográficas.
Los embalses no solo sirven para generar electricidad pues en muchas poblaciones estas grandes acumulaciones de agua son un importante atractivo turístico, sobre todo en aquellos en los que se pueden practicar deportes acuáticos.