El aumento en su precio que ha ido experimentando la electricidad en los últimos meses se deben, sobre todo, al alto precio del gas, el cual España no produce y debe importar, y que supone la fuente principal para obtener la energía en nuestro país ya que los productores de energías renovables todavía tienen una presencia muy marginal, y el poco viento, así como las altas temperaturas de estos meses de verano han hecho que también hayan sido menos eficientes en su producción de energía. Depender tanto del gas y su alto precio puede suponer que los precios de la luz sigan al alza hasta bien entrado 2022. 

Por el momento, las medidas que ha tomado el Gobierno, que se niega a limitar los precios, ha sido reducir el IVA aplicado a la factura de la luz de un 21% a un 10% a la vez que ha suspendido el impuesto de generación de energía que suponía un 7% del total pagado. No obstante, la continua subida del precio de la luz día tras día ha hecho que estos porcentajes sean casi insignificantes en el total de la factura.