Las nuevas formas de inversión cambian, no solo por la situación global donde la pandemia está afectando de una manera ineludible y que, nos guste o no, ha llegado para quedarse. Si no porque el mundo ya iba hacia ese lugar y, quizá, estos momentos de incertidumbre solo lo han acelerado: nos referimos al mundo online y tecnológico.
Necesariamente, el mundo cambia. De hecho, en Estados Unidos son las empresas tecnológicas las que se están disparando durante la pandemia.
Para invertir con inteligencia, debemos adaptarnos y adelantarnos a los nuevos tiempos. Estos nuevos tiempos incurren en la innegable desaparición del dinero físico. Todos los expertos aseguran que el dinero, tal y como lo conocemos, dejará de existir.
Por eso, hoy queremos hablaros del bitcoin. Todas las voces anuncian su auge y popularización.
Todos hemos oído hablar del bitcoin, pero puede sonar a demasiado lejano.
El Bitcoin es una moneda digital que fue creada en 2009 por Satoshi Nakamoto.
Se puede utilizar para comprar o vender artículos, ya sea de personas físicas o de empresas que aceptan este tipo de pago. La diferencia con el dinero tradicional es que no existe físicamente. Solo existe en la red.
El Bitcoin es una moneda digital que fue creada en 2009 por Satoshi Nakamoto.
Este tipo de moneda de cambio, al no ser física, no tiene tampoco un lugar físico donde almacenarlo. Esto incluye las ventajas de no tener una cuenta bancaria con todas las características y exigencias que todos conocemos.
Hay páginas especializadas donde podemos comprar y realizar todas las transacciones necesarias en materia de Bitcoin.
Estas páginas son seguras y nos ofrecen diferentes posibilidades. Por ejemplo, para guardar nuestros Bitcoins necesitaremos una “billetera”. Pero existen diferentes tipos de estas. Por ejemplo, tenemos la billetera alojada, que se encuentra protegida por una contraseña en una de estas páginas especializadas de compra-venta de Bitcoins.
Este tipo de servicio nos aporta, sobre todo, seguridad. Ya que ofrecen diferentes opciones que blindan nuestras transacciones y nuestros fondos, como la autenticación de dos factores, del dispositivo y gestión de IP, las notificaciones de seguridad, acceso a lista blanca de retiros y protección anti-Phishing.
Esta moneda funciona igual que cualquier inversión en bolsa: por la ley de la oferta y la demanda. Es decir, las acciones deben adquirirse cuando están bajas para que aumenten en valor. Evidentemente, hay que adquirirlas cuando están en baja pero se sabe que van a subir.
Los bitcoins, el dinero del futuro, funcionan de la misma manera. A medida que aumenta su popularidad aumenta su valor.
En la actualidad, el proceso de creación de esta moneda se llama “minería”, y requiere unos procesos y conocimientos matemáticos e informáticos de alto nivel.
Lo que sabemos es que, si el Bitcoin gana popularidad, su valor puede subir con facilidad, porque cada vez estará más demandado y, sin embargo, hay un nivel limitado de bitcoins. No se generan de forma infinita. Cuantos menos haya disponibles, mayor será el valor de cambio a moneda por cada Bitcoin. Es una inversión a corto-medio plazo que se encuentra en auge.