El Samur Social, la entidad creada por el Ayuntamiento de Madrid en 2004 para dar servicio a personas en riesgo de exclusión, utilizó el hostal ilegal clausurado en Tetuán para dar cobijo a personas sin hogar. Así lo ha reconocido el propio consistorio a El Mundo, que ha asegurado que solo se produjo de forma puntual durante el confinamiento o la borrasca Filomena.
"No hay ningún acuerdo ni escrito ni verbal con la persona que gestiona el hostal, aunque es cierto que se han derivado allí a personas en momentos puntuales cuando las circunstancias exigían ampliar al máximo y en poco tiempo el número de plazas", aseguraba el consistorio, que también puntualizaba: "cuando se hizo, las condiciones del establecimiento no eran las que han motivado su desalojo".
El Hostal Casa Sofía, situado en la calle Padre Rubio, fue desalojado y precintado por la Policía Municipal el pasado jueves, tras comprobar que operaba sin licencia municipal y que, además, sufría una plaga de chinches que ya había afectado a muchos de los inquilinos. De hecho, en el momento del desalojo se encontraban en su interior 72 personas, muchas de las cuales tuvieron que ser atendidas por el Samur a causa de las picaduras.
Con 12 habitaciones, el hostal se anunciaba como un reclamo turístico al encontrarse a "dos kilómetros" de la Castellana
El negocio, regentado por una mujer de origen chino, lleva varios años operando sin licencia en el distrito de Tetuán, aunque ya en 2017 fue clausurado tras una inspección municipal. En 2018 vuelve a abrir y solicita al Ayuntamiento de Madrid la licencia para declararlo piso turístico, la cual es denegada según aclara el consistorio.
No obstante, el hostal no cerró, a pesar de que incurría en delitos administrativos y deficiencias sanitarias que acabaron provocando una plaga de chinches de la que se llevaban quejando los usuarios desde 2019. Entre la documentación incautada por la policía se encuentra un acuerdo con la Mancomunidad de Servicios Sociales Tham, que agrupa los Ayuntamientos de Torrelodones, Alpedrete, Hoyo de Manzanares y Moralzarzal, para utilizar sus servicios para alojar a personas sin hogar. A pesar de que la mancomunidad lo ha negado, los agentes encontraron un correo entre la dueña y este servicio en el que se les informaba de que el hostal iba a hacer una factura a su nombre.
Con 12 habitaciones, ocho en la parte superior y 4 en el sótano, el hostal se anunciaba como un reclamo turístico al encontrarse a "dos kilómetros" de la Castellana. No tenía ventilación y en alguna de las habitaciones se encontraron seis camas colocadas en literas. El negocio fue clausurado tras la denuncia de un usuario que aseguraba que las fotos con las que se anunciaba no correspondían con la realidad.