La situación en España

En España, 2.669 niños se han quedado sin una de las personas que se encargaba de su cuidado. De ellos, 2.309 ha perdido a alguno de sus progenitores: 617 a su madre, 1691 a su padre y 1 a ambos. En nuestro país, al igual que en Francia e Italia, la tasa es de 3 por cada 10.000 menores. Como es evidente, se ha registrado mayor mortalidad entre los hombres, principalmente en edades medias y avanzadas. 

Por su parte, América aporta las cifras más alarmantes. En países como Perú, Sudáfrica, México, Brasil o Estados Unidos la tasa de mortalidad es de 1 cuidador primario por cada 1000 niños. 

Mayor protección de estos menores

Los investigadores que han dado luz a estas cifras exigen medidas legislativas para que las necesidades de estos niños queden cubiertas. "Nosotros hacemos una estimación de la magnitud de este problema resultante de la covid-19 y planteamos la necesidad de invertir recursos", aseguran.

Tal y como revela el estudio, la evidencia de epidemias anteriores muestra que las respuestas ineficaces a la muerte de un padre o cuidador, incluso cuando hay un padre o cuidador sobreviviente, puede conducir a resultados psicosociales, neurocognitivos, socioeconómicos y biomédicos perjudiciales para los niños. Por eso, los investigadores aseguran que "es esencial el apoyo en el duelo, incluido el apoyo psicosocial".

El informe conjunto 'Children: The Hidden Pandemic 2021' deja claro que los niños también han caído en las garras de la pandemia. "Ahora es el momento de concentrarse en este grupo que continuará creciendo a medida que avanza la pandemia", comentan. "Estos niños sin nombre son la trágica consecuencia, pasada por alto, de las millones de muertes en la pandemia".