Juan Casado nos recibe en su despacho del Hospital Niño Jesús, en el que lleva trabajando más de 40 años como médico pediatra y en el que vivió uno de los momentos más terribles de la historia de España contemporánea: la intoxicación por aceite de colza desnaturalizado ocurrida durante la primavera de 1981.
Este año se cumple el 40 aniversario de este fatídico suceso que provocó más de 4.000 muertos, entre ellos muchos niños, pero Casado recuerda muy bien cuál fue el proceso que le llevó a él y su equipo de médicos de este céntrico hospital madrileño, a descubrir que no era una bacteria lo que provocaba los terribles síntomas en las personas que acudían a urgencias, sino el ingerir un aceite que se vendía en garrafas de 5 litros en mercadillos en las zonas más pobres de Madrid.
Después de probar con distintos medicamentos y realizar numerosos ensayos clínicos, incluso una encuesta alimenticia con más de 300 posibilidades, el equipo de Casado llegó a la conclusión de que era este aceite lo que estaba provocando que se enfermasen familias enteras, así que con todos lo datos se marchó al Ministerio de Sanidad donde les atendió el viceministro considerando la investigación "una teoría más". Para evitar que se siguiera consumiendo el aceite envenenado, el pediatra tuvo que amenazar al viceministro que si no daba él una rueda de prensa se iba a hacer en el hospital asegurando que el ministerio no había colaborado. Esa noche se anunció en las noticias que no se debía consumir dicho aceite.
Para el médico pediatra, solo hay una coincidencia entre la "epidemia" de la colza y la pandemia de la Covid-19 que estamos viviendo ahora: los políticos, pues considera que en ambas ocasiones se han dicho "muchas tonterías" ya que no les ve capaces de admitir que no saben cuál es el problema y asegurar que se está buscando la solución. "Las situaciones catastróficas hacen que lo bueno del ser humano, y lo malo, salgan”.